Las posiciones que adoptamos ante el cáncer

Cuando hablamos del cáncer nos posicionamos en lados muy diferentes.

Viéndolo desde aspectos tan distintos como pensar que es una maldición, una mala suerte, una herencia genética.

Entonces es cuando aparecen los sentimientos de culpa por una vida anterior poco ordenada, menos cuidada y en ocasiones muy irresponsables.

Normalmente, casi todas posiciones equivocadas si pensamos en ellas como situaciones absolutas.

Porque para que se manifieste un cáncer se requiere de una conjunción de factores y no solo de uno.

Igualmente la solución no debe dejarse en una sola terapia de lucha, es aquí, donde nosotros tenemos mucha de la responsabilidad.

Cuando nos diagnostican un cáncer no debemos quedar a merced de la sabiduría, o no, de una sola persona.

Hay que contrastar otras opiniones, para no caer en el “puesto que yo no tengo nada que ver con esta enfermedad, tampoco tengo nada que ver mi recuperación”.

El proceso de recuperación

Si dejamos en manos de otros nuestra recuperación, plegándonos al tratamiento que nos proponen sin plantearnos si nos llevará a la salud o la tumba, y si nos dará calidad de vida el tiempo que vivamos o si se convertirá en un auténtico infierno para el enfermo y para la familia, puede ser que lo lamentemos más tarde.

Los  enfermos tenemos derecho a saber lo que le nos van a hacer, qué consecuencias tendrá, que garantía nos dan.

Pero sobre todo, debemos saber que tenemos todo el derecho a elegir el tratamiento por el que vamos a optar.

Tenemos derecho a que no nos presionen, debemos saber igualmente, que tenemos derecho a optar por cualquier tratamiento que nos de confianza.

Podemos y debemos complementar todos nuestros tratamientos con una alimentación equilibrada, fresca, natural.

Pero además poner el acento en que esté exenta de productos químicos, tóxicos o sencillamente de difícil digestión.

Cómo reaccionar frente al diagnóstico

El cáncer como todas las enfermedades graves, debe ser atacado con un concepto holístico del organismo.

no podemos pensar que la alimentación no juega un papel importante en la recuperación de la enfermedad.

Como tampoco podemos pensar que actitudes negativas, o sentimientos negativos no afectan a nuestro sistema inmunológico.

Estas actitudes actúan deprimiéndolo y favoreciendo que las enfermedades tengan un débil sistema defensivo.

No podemos pensar, cuando nos dicen que podemos tener un cáncer de herencia genética que nosotros no tenemos nada que hacer.

Porque incluso en estos casos debemos saber que si podemos hacer cosas.

¿Qué debemos saber sobre nuestro organismo?

Lo primero es conocer cómo se comporta nuestro sistema genético y es curioso que el cáncer en algunas familias.

Se produce por mutaciones en los genes encargados de controlar el crecimiento de las células tumorales, ya que se encargan de evitar que estos proliferen bajando la frecuencia de la división celular, es decir, dejan de funcionar.

El tema está en que nosotros heredamos dos genes.

Si nosotros heredamos un gen con una mutación que no es capaz de controlar los crecimientos tumorales significa una cosa.

Sólo nos quedamos con un solo gen para hacer esta función.

Es como si en vez de tener dos brazos tuviésemos solo uno.

Nuestro organismo estará más indefenso que otro, pero no que no haya nada que hacer.

En estos casos, solo por sentido común, habrá que cuidarse mucho más de lo habitual.

Debemos evitar que el otro gen se dañe y nos quedemos indefensos.

Finalmente, aunque nuestro organismo esta preparado para la supervivencia el paso de los años nos debilitará y envejecerá, no querer pensar en ello, es lo mismo que pensar que podemos seguir agrediendo a la naturaleza sin control y esperar que no se deteriore por ello.

Es nuestra responsabilidad pensar si nuestro estilo de vida puede contribuir a desarrollar está u otras enfermedades.

Debemos buscar y poner los medios para evitarlas nos dará grandes satisfacciones y una vida más plena.

Por lo tanto nuestra propuesta siempre será que demos al enfermo la máxima información sobre su enfermedad.

Así pues sobre las diferentes opciones que tiene, sus consecuencias, y el más absoluto respeto y cariño.