Existe un porcentaje muy alto de la población que se hace esta pregunta casi a diario. Para muchos el dolor de espalda se convierte en constante, diario, crónico, con fases mejores y peores, no solo de día. Este dolor muchas veces impide un descanso reparador fruto de una tensión muscular que permanece durante la noche y que provoca que al día siguiente uno se levante casi más cansado que cuando se acostó.

Causas del dolor de espalda

Detrás de una espalda dolorida hay muchos factores que se superponen y retroalimentan:

  • una dieta desequilibrada que puede generar inflamación
  • tensión emocional provocada por problemas familiares, laborales, sociales
  • sedentarismo
  • la parte mecánica: mezcla de malas posturas y compensaciones que como fisioterapeuta deseo abordar en este artículo

Debido a esta posible multicausalidad resulta que, ante una misma lesión, dos personas pueden tener síntomas diferentes, e incluso, responden de forma diferente ante un mismo tratamiento.

Una espalda poco flexible puede ser producto de permanecer muchas horas sentado, o de pie, o realizando movimientos repetitivos diariamente, o cargando pesos en frío y sin técnica en el manejo de las cargas. Cualquiera de estas actividades, cuando no existe control del movimiento, se convierte en dañina con el paso del tiempo.

 

La importancia del Sistema Fascial y las Cadenas Musculares

Desde el punto de vista del Sistema Fascial y las Cadenas Musculares, realizar un diagnóstico es fundamental para detectar, liberar y flexibilizar los puntos clave y zonas de tensión. Eso ayudará a que se relaje el tejido y permitirá que la fascia tenga libertad de acción en cada una de nuestras actividades diarias.

Un fisioterapeuta con formación específica en el trabajo con cadenas musculares será el profesional que mejor pueda ayudarnos a luchar contra el dolor de espalda, ya que no todos los masajes que nos ofrece el mercado actúan intencionalmente sobre el sistema fascial.

 

¿Qué puedo hacer para mejorar mis dolores de espalda? Propiocepción o conciencia corporal

El trabajo que realiza el fisioterapeuta necesita de la colaboración del paciente para mantener el cuerpo en constante movimiento mediante ejercicios de flexibilidad y tonificación de la musculatura profunda que ayuden a prevenir las rigideces articulares, las adherencias entre planos musculares y el dolor.

A mis pacientes siempre les hablo de propiocepción, de conciencia corporal, de ser conscientes de los movimientos que realizamos, de control del movimiento, de gastar la mínima energía para obtener el mejor resultado en la calidad del movimiento que realicemos. Todo ello conducido a reducir el dolor y a la aparición de posibles recidivas. El trabajo de las actividades de la vida diaria (AVD) es fundamental porque movimientos tan básicos como cepillarse los dientes, coger un cartón de leche del armario de abajo, trabajar con el ratón, planchar, modular la respiración cuando nos cuesta hacer de vientre para evitar la apnea, plegar el carricoche y subirlo al maletero del coche, coger a los niños pequeños, y un sinfín más de actividades cotidianas que… ¡¡¡ Deberíamos tomárnoslas como nuestro gimnasio particular!!!

Dolor de espalda_opt (1)

De esta forma tan habitual aparecen infinidad de movimientos y posturas compensatorias que a la larga generan desgaste prematuro, adherencias, rigideces y dolor.

 

La tecnología también puede ayudar

El trabajo propioceptivo es fundamental, pero ser conscientes de cada movimiento que realizamos puede resultar agotador y obsesivo. Una forma de ayudar a este trabajo de la musculatura profunda es el que se produce al someter al organismo a un desequilibrio constante desde los pies hasta la cabeza a través del sistema Kybun (colchoneta y calzado especiales), que absorben la presión de nuestro cuerpo y proporcionan una sensación de flotación como si estuviéramos caminando sobre el aire.

Ese movimiento inestable permanente permite que llegue infinidad de información a través de los receptores sensitivos de nuestras articulaciones al cerebro, que debe transmitir órdenes de autocorrección de la postura y armonización del movimiento de forma constante. Así se genera un trabajo neuro-muscular involuntario que acaba convirtiéndose en automático. Esa es la razón por la que el movimiento armónico y constante relaja el sistema fascial e imprime tono a la musculatura y ligamentos que sujetan y estabilizan las articulaciones.

Ante una lesión, la tecnología es una herramienta muy importante pero no lo es todo, solo cuando esta se utiliza en un contexto ordenado y con unos ejercicios específicos para cada persona y sus estructuras hipomóviles, seremos mucho más eficaces y obtendremos mejores resultados.

 

El sedentarismo, nuestro principal enemigo

El cuerpo humano está diseñado para estar en permanente movimiento, por eso nuestras articulaciones nos permiten desplazarnos o realizar actividades en los tres planos del espacio. Cuando una articulación está bloqueada o no puede realizar el movimiento que le es inherente por el motivo que sea, debe ser compensado con el resto de articulaciones para seguir realizando la actividad que nos hemos propuesto. A la larga, lo lógico es que aparezca el dolor en otras zonas del cuerpo producto de la hipermovilidad y desgaste a la que se han visto sometidas por el sobreuso.

Otro punto relevante aparte de la tonificación de la musculatura profunda es la capacidad que tiene este material para absorber el impacto del trabajo físico sobre nuestras articulaciones. Pongamos el ejemplo de las patas de un elefante. Éstas están compuestas de tejido fibroso y grasa que amortigua el peso que se transmite hacia el suelo en cada paso o movimiento. De una forma similar actúa el trabajo con las colchonetas y el calzado Kybun.

Realizar ejercicio con este material nos permite optimizar el trabajo, tonificar la musculatura profunda y proteger nuestras articulaciones del impacto a la que son sometidas habitualmente.

Este sistema revolucionario es imprescindible para prevenir lesiones, pero cuando ya adolecemos de una o varias, ayuda a reequilibrar y tonificar la musculatura ayudando a que desaparezca el dolor, protegiendo a su vez las articulaciones de un desgaste mayor.

Me gustaría terminar este artículo dando importancia a este tipo de movimientos tan cotidianos, porque los realizamos tantas veces al día y durante tantos años… que debemos aprender a dar sentido y disfrutar de estos gestos tan sencillos que componen nuestra realidad vital.

La gran tarea de nuestra vida no suele ser la que más se ve, suele ser muy sencilla, cotidiana…

Fco. Javier Cano Gil, Fisioterapeuta. Nº Col. 4007