Cómo afrontar el cáncer en niños. Sin duda, el tema que hoy planteamos se trata de una dura cuestión.  Una situación a la que jamás te gustaría enfrentarte. Y que, sin embargo, es una realidad. Por ello, hoy  15 de Febrero, se celebra el Día Internacional del Cáncer Infantil.

Precisamente, también hoy, queremos que restes preocupación a este tema. Desde Gent Nova, te lanzamos un mensaje positivo. Lo hacemos apoyándonos en las cifra difundidas por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). En éstas se recoge que aparecen 140 casos de cáncer infantil por cada millón de niños menores de 15 años. Además, aplicado el tratamiento adecuado, el grado de supervivencia es de cerca del  80%.

Con unas estadísticas alentadoras y siguiendo las pautas adecuadas, podrás afrontar de mejor manera esta enfermedad. A continuación te las enumeramos. Y, para trasladártelas, nos hemos basado en consejos aportados por la AECC.

Para este tema tan delicado la MEDICINA TRADICIONAL CHINA tiene mucho que decir. Existen tratamientos no invasivos que ayudan a paliar los dolores sin necesidad de medicamentos. También, dietas que estimulan el sistema inmunológico, ejercicios para enfrentarse a situaciones de estrés médico. Y fitoterapia potente sin efectos secundarios. Todo  esto supone un arsenal terapéutico que no se debe despreciar en situaciones de tanta gravedad.

Todas estas herramientas nos pueden llevar a superar la enfermedad con éxito. Y a minimizar los daños colaterales que se puedan producir por tratamientos agresivos.

 

Cómo afrontar el cáncer en niños

 

  • Si esta situación la vives en tu familia, al principio sentirás rabia, ira o incluso culpabilidad. Es normal que esas sensaciones te invadan. Pero debes intentar reubicarte cuanto antes, aceptar esa realidad y luchar por salir adelante. Y, ante todo, pensar que la persona que más va a padecer esta situación es el niño. Por tanto, tus esfuerzos se deben centrar únicamente en su bienestar y en que pueda entender y afrontar con entereza, lo que ocurra en cada momento.
  • Explica al niño, con una terminología entendible para él, la información importante del proceso. Es decir, dónde se realizará, cuánto tiempo por semana, o qué consecuencias físicas, o dolor, le puede acarrear. Es mejor contar todo esto a grandes rasgos, sin entrar en excesivos detalles.
  • Resulta necesario estar muy pendiente del niño cada vez que se someta a tratamiento. Y acompañarle durante el proceso. Si por indicación médica esto no es posible, deberás buscar la manera de trasmitir fortaleza al niño. Lo puedes conseguir enseñándole técnicas de relajación. También, consiguiendo que interiorice frases como “Pronto habrá pasado todo”, “soy valiente y puedo hacerlo”. O incluso “si lloro no tiene importancia, soy igualmente valiente”. Si se detecta excesivo nerviosismo por parte del niño antes de entrar, es fundamental hacérselo saber a los especialistas. También le será de gran ayuda entrar con un objeto, o juguete, con el que tenga un especial vínculo.
  • Si finalmente el niño entra solo al tratamiento, recíbelo a la salida con afecto. Dale un gran abrazo y trasmítele lo orgulloso que te sientes de él. Y lo valiente que él ha sido. No lo presiones para que te traslade sus sensaciones. Quizás en ese momento no le apetezca expresarlas. Pero estate atento a cuando se muestre receptivo para hablar. Es importante que sepas, y puedas trasladárselo a los profesionales, con qué estado de ánimo está afrontando el proceso.
  • Es importante no perder la esperanza, y apoyar al niño con una actitud positiva desprovista de dramatismo. Es decir, evita una actitud que pueda hacer pensar al niño que su enfermedad no tiene solución. Durante el trascurso de esta enfermedad trasmite a tu pequeño la mejor de tus sonrisas. Y repítete: tres de cada cuatro niños superan el tratamiento del cáncer de manera exitosa.