¿Por qué siento dolor antes de la lactancia?

En las primeras semanas de embarazo nuestro asombroso cuerpo ya comienza a modificarse y en el último trimestre los senos habrán aumentado mucho de tamaño.

Debido al tejido glandular y los conductos mamarios. Se encuentran en mayor número con los vasos sanguíneos ya dilatados.

Ese aumento de flujo sanguíneo, y la leche hace que tus senos estén llenos y los sientas un poco congestionados.

Con algo de molestia, verás que se calmará a medida que comience el amamantamiento.

¿Qué sintomatología hay y cómo la minimizo?

El pezón y la areola que lo rodean también cambian de color y se adapta para las tomas del bebé.

En las areolas se hacen más visibles unos pequeños bultos llamados Tubérculos de Montgomery.

Estas pequeñas glándulas segregan grasa o aceite lubricante y protector que altera el PH de la piel evitando el crecimiento bacteriano y manteniendo esa piel protegida y elástica.

Es bueno masajear el pecho con aceite hidratante, masajeando la areola para que el pezón salga y evitar las estrías.

Coloca tu mano derecha debajo de tu pecho izquierdo como si lo sujetaras y con tu puño izquierdo realiza una suave presión.

Desliza tus nudillos en dirección al pezón como un cepillado, repitiendo varias veces trabajando tu seno.

Luego repite en el otro lado.

Al presentarse el momento del baño utiliza jabones de aceites vegetales y esenciales del tipo que tenemos en Gent Nova.

También sirven productos para la higiene que no impidan que esas defensas naturales que tiene el pecho actúen.

¿Qué hacer una vez llega el periodo de lactancia?

Llegado el momento de la lactancia, una vez producido el alumbramiento, la mamá deberá estar tranquila para amantar el bebé.

A veces el cansancio y los nervios de las primeras horas hacen que esa situación no sea la más adecuada o placentera para ambos.

Tienes que buscar una posición cómoda, acercar y colocar el bebé al pecho sin miedo de ahogarlo.

Es muy importante que se coja correctamente abarcando parte de la areola y no sólo el pezón.

Es necesario cogerlo correctamente para que cuando succione el pecho haga una buena contracción y la leche se libere.

Algunas veces el bebé no tiene fuerza para succionar, ayúdate masajeando tu pecho antes de la toma.

Recuerda, el masaje debe quitar firmeza, ayudando a ablandar el pecho y que la leche baje por los conductillos.

No te agobies con el color

En los primeros dos o tres días la leche es más aguada y amarillenta, es lo que se llama calostro.

 Es una sustancia que antecede a la leche, rica en proteínas, minerales e inmunoglobulinas que dan protección y permiten la colonización por flora normal del intestino del recién nacido.

El calostro es muy favorable, ya que esa fórmula rica en anticuerpos cubre el intestino del bebé.

También lo  previene de bacterias  y estimula el paso del primer movimiento del estómago con efecto laxante, expulsando el meconio que son las primeras deposiciones del recién nacido.

Otras cosas a tener en cuenta

Puede que al comenzar la lactancia, cuando el bebé se alimenta tengas algunas molestias en el abdomen.

Esto es por la liberación de la hormona llamada oxitocina que permitió las contracciones en el parto y ahora coopera a que el útero recupere su tamaño original.

Esta es una de las razones importantes por las que es muy favorable para ambos la lactancia materna, las contracciones que conocemos como entuertos.

El momento de la lactancia es un momento de comunicación con tu bebé.

Además, al bebé le permite seguir escuchando el ritmo de la frecuencia cardíaca que ha estado escuchando durante 9 meses.

Esto aumenta la seguridad en sí mismo, y en ti aumenta tu instinto maternal, el pecho lleno da calor a tu hijo mientras se alimenta, permite las primeras caricias tan placenteras para ambos.

En GENT NOVA, podemos asesorarte en tu cuidado como también en tu dieta para llegar al parto y a la lactancia en muy buena forma, con seguridad y tranquilidad.