Si algo está sacando a la luz la crisis del coronavirus es el heroísmo de madres y padres que teletrabajan, dan clases a los niños, juegan con ellos, limpian y cocinan en un espacio muchas veces pequeño y con dificultades para tener cada uno su momento de silencio, reflexión o descanso. En el que se suceden los ratos de esparcimiento y sonrisas con momentos de enfados y nervios a flor de piel.

Sin duda, estos momentos inéditos en nuestra historia personal, está haciendo florecer lo mejor de nosotros, o por lo menos eso intentamos…

Nuestra compromiso con la familia está en superarnos, reinventarnos cada día para hacer que los niños soporten los días aparentemente iguales siguiendo un hilo conductor: crear hábitos y rutinas que los hagan crecer y madurar en unas circunstancias excepcionales.

¡Nunca vamos a estar tanto tiempo con nuestros hijos y esta oportunidad no la podemos perder!

Un aspecto dentro de la fisioterapia que nos preocupa es el de la inmovilidad y la permanencia en espacios reducidos.

Sin duda que un niño lo que necesita son lugares amplios en los que correr o saltar para desarrollar su psicomotricidad (coordinación, velocidad, agilidad,…), pero las circunstancias nos obligan a permanecer en casa y debemos aprender a adaptarnos a lo que tenemos.

La mejor forma de desarrollar esta faceta del niño es jugando y bailando, echando unas risas aunque el espacio más amplio del que dispongamos sea el pasillo, el salón de casa o el balcón. Por ello es muy importante apartar los muebles y proteger las esquinas para evitar golpes y ponerse a jugar con ellos.

Si te has quedado sin ideas aquí te dejo un vídeo en el que te enseño algunos juegos que estoy haciendo con mis hijos estos días.

Si los niños necesitan moverse nosotros más aún si cabe, así que es la gran oportunidad para aprovechar esta circunstancia.

Os animo a que aprovechemos estas semanas para disfrutar de nuestros hijos de la forma más plena. Los niños son un auténtico ejemplo para nosotros de adaptación y saber estar. Si ellos son flexibles y se adaptan, nosotros debemos rehacernos cada día para acabar el confinamiento mejor de lo que entramos. Así el esfuerzo no habrá sido en balde.

¡¡¡Un abrazo muy fuerte!!!

Javier Cano Gil, Fisioterapeuta.