El diálogo interno

Todos tenemos un diálogo interno que escuchamos continuamente de manera consciente o inconsciente. Ese diálogo lo hemos generado a lo largo de los años como fruto de nuestra educación, nuestra cultura, aquello que hemos observado a nuestro al rededor y nuestras experiencias.

Por desgracia, se encuentra plagado de ideas negativas sobre lo que somos, lo que piensan los demás de nosotros, sobre cómo es la vida, o cómo es la gente, lo que creemos que somos capaces de hacer o no, lo que merecemos o no…

Todo lo que nuestra mente escucha procedente de nosotros mismos, lo acepta como verdad. Tanto si lo pronunciamos como si no, tanto si lo decimos en broma como si es en serio. Porque nuestro subconsciente no distingue entre realidad y ficción.

De hecho, nuestra parte consciente también puede ser “engañada”. Piensa, por ejemplo, en cómo te afecta una película de terror o un drama, aunque sepas que lo que estás viendo es fruto de la imaginación de una serie de profesionales del cine.

 

Frases lapidarias

Además, hay que reconocer que, en ese diálogo interno, no solamente tendemos a ser muy negativos, sino también bastante reiterativos. Cuántas veces te has dicho a ti mismo frases como:

  • Yo eso no voy a saber hacerlo.
  • A mi no me va a salir tan bien como a esa persona.
  • Yo para eso no valgo (los idiomas, el deporte, bailar, hacer cosas creativas…).
  • Verás que lo voy a estropear (relaciones, oportunidades…).
  • Yo es que en …… no tengo suerte (el amor, los negocios…).
  • Esas cosas (buenas) les pasan a otros.
  • Soy una persona muy complicada, es difícil quererme.
  • Siempre meto la pata, siempre me equivoco en lo mismo.
  • Estoy haciendo el ridículo.
  • No tengo lo que hace falta (dinero, valor, inteligencia, belleza, juventud, suerte…) para lograrlo. Si tuviera “eso” sí que podría lograrlo.
  • A los demás les cuesta menos, nadie entiende lo mucho que me cuesta a mí.
  • Ya lo he intentado antes y salió mal.
  • Soy un desastre (o feo, gordo, tonto, torpe …).

Y así podríamos seguir hasta escribir un libro.

 

El impacto de nuestro diálogo interno

Después de semejante batería de desmotivación, lo normal es sentir cansancio e incluso agotamiento. Esos mensajes son tan desalentadores como falsos, o exagerados.  Es más, jamás le hablaríamos así a alguien a quien queremos, pero sí a nosotros.

Esta serie de frases, u otras parecidas, conforman lo que se denominan creencias limitantes.

  1. Porque definen un techo invisible, pero que para nosotros es muy real y marca el límite que podremos alcanzar en nuestros objetivos vitales.
  2. Porque el constante “rumiar” frases desmotivadoras consume nuestra energía y nos bloquea.

creencias limitantes

¿Cuál es la buena noticia? Ah, pero ¿la hay? Sí, sin duda. Que podemos usar el poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras justamente en sentido opuesto, esto es, en positivo. Y la ciencia lo corrobora.

 

Pensar y hablar en positivo, lo que dice la ciencia

Psicólogos, psiquiatras y profesionales de todo el mundo, afines en este tema, confirman el gran poder de nuestro pensamiento; se han escrito miles de libros sobre la importancia de adoptar ante la vida una manera positiva de pensar. Martin Seligman, Víctor Frankl, Eckhart Tolle, Enrique Rojas, Elsa Punset, Luis Rojas-Marcos … son solo algunos de los más famosos dentro y fuera de España.

Dado que el pensamiento se elabora a través de la palabra, lo que decimos (sea en nuestra cabeza o sea de viva voz) se convertirá en lo que pensamos. De manera que la palabra no es inocua.

“Lo que te dices a ti mismo tiene una drástica influencia en tu nivel de éxito en cada faceta de tu vida.”

Hal Elrod.

Sí, las palabras son poderosas, así que si queremos mejorar nuestra vida y los resultados que obtenemos cada día, debemos poner mucha atención y mucha intención en cómo nos hablamos.

Haciéndolo, iniciaremos un proceso curativo de nuestras heridas interiores y además potenciaremos nuestro sistema inmunológico, como demuestran numerosos estudios al respecto.

“Las palabras no se las lleva ningún viento. Cada palabra destruye o edifica, hiere o cura, maldice o bendice”.

Anónimo

3 pautas básicas para hablarse bien

Se habla mucho de evitar a las personas tóxicas, pero a veces podemos ser nuestro peor enemigo. Así que, cuando te hables, recuerda estas 3 pautas básicas:

pautas básicas

¿Te interesa profundizar sobre este tema?

Hay infinidad de libros que te pueden ayudar. De todos ellos, hoy he seleccionado para ti 2 que acaban de salir al mercado.

Somos lo que hablamos, el poder terapéutico de hablar y hablarnos, Ed. Grijalbo, autor Luis Rojas Marcos, Dr. en Psiquiatría, prolífico escritor, investigador y profesor en la Universidad de Nueva York, entre otras muchas actividades.

La ciencia del lenguaje positivo, cómo nos cambian las palabras que elegimos. Ed. Paidós, autor Luis Castellanos, Doctor en Ética y Licenciado en Filosofía y Letras, con estudios de Psicología, formador y consultor, entre otras.

Cristina Andreu Lozano, Educadora y Coach.