Enfermedad crónica, hereditaria, causada por un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un líquido espeso y pegajoso, llamado moco, se caracteriza por la congestión pulmonar, infecciones y mala absorción de nutrientes por parte del páncreas.

En la actualidad se realizan pruebas para el diagnóstico precoz, llamada Cribado Neonatal, lo cual alarga la esperanza de vida gracias a los avances, pero quedando aún un gran camino por recorrer. Otras pruebas diagnósticas siguen siendo el Test de sudor, que consiste en determinar la cantidad de cloro y sodio que contiene el sudor.Si ésta es positiva, y se comprueba que tiene Fibrosis Quística, a continuación se realiza una segunda prueba que identifica de qué tipo es.

El tratamiento, consiste en una nutrición adecuada, antibióticos por las continuas infecciones e inflamaciones pulmonares, fisioterapia respiratoria que mantenga limpia las vías respiratorias para evitar la acumulación de secreciones y con ello las infecciones.

La nutrición es de gran importancia, tanto en la edad de crecimiento como para afrontar los diferentes sistemas que se ven afectados por la enfermedad.

En cuanto a la Fisioterapia, se utilizan técnicas manuales para el drenaje de las secreciones, como vibraciones, presiones torácicas, estimulación de la tos, respiración abdómino-diafragmática en diferentes posiciones, ejercicios de expansión torácica dirigida, drenaje postural, en niños diferentes juegos de soplar según la edad. Limpieza de vías altas, ejercicios respiratorios combinados.

Se ha demostrado que la Medicina Tradicional China también ha dado buenos resultados en el tratamiento coadyuvante de la Fibrosis Quística, por lo tanto es una terapia a tener en cuenta en el tratamiento del paciente.

Todo esto adecuado a cada paciente y al momento de la enfermedad en que se encuentre.