Lesiones musculares o roturas fibrilares en deportistas. Las lesiones musculares o roturas fibrilares en sus diferentes grados son muy comunes entre los deportistas. Ya sean profesionales o aficionados. Son lesiones que pueden resultar un calvario cuando no se les presta la suficiente atención. La verdad es, que no te colocan una escayola para inmovilizar la zona afectada. Puede ser en un hueso, lo que provoca que se puedan seguir realizando actividades de la vida diaria con más o menos molestias. En estas circunstancias, una persona que depende de su trabajo para vivir y mantener una familia. No es lo mismo que un deportista de élite que puede tomar reposo y disponer de aparatología y fisioterapia para recuperar lo antes posible esa lesión.

En cualquier caso, la recuperación y la no recidiva de la misma lesión no consiste en dejar de practicar el deporte en cuestión. Tampoco garantiza la resolución del problema al 100% la rehabilitación, lo vemos en la actualidad con los problemas musculares que padece el jugador del Real Madrid: Garet Bale. Hay diferentes factores que favorecen la lesión o por lo menos ser proclive a repetirla.

Las causas por las que puede surgir esta lesión

  • Excesiva carga de entrenamiento y la consecuente fatiga muscular.
  • Golpes, contusiones o deportes con muchos cambios de ritmo
  • Mal gesto deportivo que poco a poco van generando pequeños micro-traumatismos.
  • Deshidratación: fundamental para lograr que el músculo esté en condiciones óptimas y pueda realizar las funciones que se le solicitan.
  • Falta de calentamiento y estiramientos antes y después del ejercicio.
  • Una mala forma física que ocurre en los deportistas amateur y que en un punto de inflexión de su vida deciden empezar a hacer deporte con más o menos intensidad y acaban lesionándose.
  • Otro desencadenante de las recidivas son las “prisas” y el “probarse a ver qué tal estoy” antes de tiempo.
  • Una alimentación excesivamente proteica, salada, o con abuso de alcohol.

Es decir, que las lesiones musculares o roturas fibrilares en deportistas no se producen el mismo día que tienes que parar tu actividad física. Sientes molestias o directamente un pinchazo o la sensación de una pedrada que genera impotencia funcional y dolor. La lesión silenciosa ya se está gestando cuando no descansas bien por las noches. Bien porque tienes niños pequeños que están enfermos y te levantas varias veces por la noche durante días. Quizás porque sientes estrés en tu trabajo por el ambiente enrarecido que existe entre tu jefe y tú o entre un compañero de trabajo y tú. Puede que porque tienes problemas en casa o con un amigo/a que te hacen tener sentimientos de rabia, frustración, negatividad. Simplemente puede ser porque no tienes tiempo para alimentarte de una forma equilibrada y tienes déficits de proteínas saludables, aceites omegas, carbohidratos, minerales, vitaminas, etc.

Lesiones musculares o roturas fibrilares en deportistas

Muchas veces teniendo todos estos problemas seguimos haciendo la misma carga de entrenamiento, sentimos que nos evade de los problemas. Nos desestresa, nos mantiene la cabeza tranquila durante unos minutos, horas, etc. No olvidemos que el cuerpo tiene memoria y aunque seamos jóvenes y no veamos las consecuencias, al final, los excesos pasan factura. Todos estos factores deberemos tenerlos en cuenta a la hora de lograr una recuperación exitosa.

Lesiones musculares o roturas fibrilares en deportistas

Tampoco podemos olvidarnos del miedo que padecen muchos deportistas que han sufrido lesiones de repetición. Si no se entrena el gesto deportivo de forma adecuada al final aparecen gestos compensatorios que terminan lesionando otras estructuras del cuerpo. (Sobre todo articulaciones adyacentes que sufren una carga y estrés excesivos provocados por esa ilusión y esas prisas que a la larga pueden resultar contraproducentes).

Tras todo este repertorio de posibles causas de una lesión muscular, es necesario recalcar la importancia de una recuperación multidisciplinar. (Médico que diagnostique el grado de lesión, fisioterapia, nutrición, psicólogo que ayude a manejar el estrés, entrenador personal, dentista, podólogo). En cada persona hay uno o varios factores predominantes y lograr descubrirlos, supone poder ayudar mejor y de forma más rápida a esa persona en su recuperación.

¿Desde la fisioterapia qué podemos hacer?

Una vez conocemos el grado de lesión muscular al que nos enfrentamos (según el equipo médico del F.C. Barcelona):

  1. Contractura                    
  2. Microrroturas musculares o agujetas
  3. Rotura fibrilar y por último
  4. Rotura muscular deberemos afrontar la lesión con una progresión de la carga que permita al paciente llevar un reposo relativo utilizando medios físicos y manuales.

La diatermia y la acupuntura son herramientas que nos ayudarán en la fase más aguda de la lesión. Ésto permite que la cicatrización de la rotura favorezca la alineación de todas sus fibras musculares. Mientras que la terapia manual, los ejercicios y los estiramientos son indicados para una fase más tardía de la lesión en los que la dificultad de los ejercicios y estiramientos irán aumentando hasta la resolución definitiva.

A partir de aquí la relación entre fisioterapeuta y paciente debe ser un interjuego en el que es necesario frenar al voluntarioso y tiene prisas en su recuperación y estimular y animar al miedoso. Al que hace muy poquito de lo que se le indica ralentizando su recuperación. Hay tantas variables como personas.

Francisco Javier Cano Gil   (Fisioterapueta)